Archivo | enero 2011
Obispo dice que si no tienes hijos no tienes dignidad humana
La Iglesia Católica nos tienen acostumbrados a las frecuentes discursos y rasgadas de vestiduras cada vez que se habla de métodos anticonceptivos y matrimonio gay. Ahora es el turno para el Arzobispo de Lima y el obispo de Córdoba, en España.
«No es católico»
El arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, se horrorizó ante las declaraciones de que la campaña presidencial de Alejandro Toledo tiene dentro de su plan de gobierno uniones civiles para las parejas del mismo sexo.
Cipriani, ignorando que una país demócratíco debe ser laico, y que de lo que se habla es de matrimonio civil afirmó: «no son católicas» y «no están en el orden natural». «El matrimonio es entre un hombre y una mujer que se une para siempre» (sin divorcio).
En un estado laico no deben imponerse los dogmas de una religión. Negar el derecho a las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio aduciendo que no es católico, seria lo mismo que negar las transfusiones de sangre por no ser algo «testigo de Jehová».
El argumento de que el matrimonio homosexual no está en el orden natural se vuelve contra si si preguntamos ¿acaso el matrimonio heterosexual está en un «orden natural»? El matrimonio, el divorcio, los contratos laborales y las asociaciones sindicales, así como los clubes de fútbol son construcciones sociales. No hay un gen de matrimonio. Claro está que la reproducción está fundamentada en la cópula de una pareja de sexo diferente. Pero una copula no hace un matrimonio, ni la naturaleza exige un rito para que un Homo sapiens perpetue sus genes.
Hay que distinguir entre nuestro ordenamiento social y jurídico y la reproducción humana. Algo difícil de hacer para la ICAR que piensa que el matrimonio es para traer hijos. Prueba de ello es la homilia del obispo de Córdoba (España) Demetrio Fernández, el pasado 26 de diciembre de 2010:
«El hombre contemporáneo se aparta de este proyecto de Dios cuando se deja contagiar por la mentalidad anticonceptiva de nuestra época. En muchos ambientes y en muchos corazones la aspiración es a disfrutar lo más posible de la sexualidad humana como fuente de placer, evitando a toda costa el nacimiento de un nuevo hijo en el seno de la familia. Esta mentalidad no es nueva, es tan vieja como el hombre. Pero en nuestros días se ha acentuado, empleando para ello los medios técnicos al alcance, que hoy son mayores que en otras épocas: la píldora anticonceptiva y todos los métodos químicos o artificiales para impedir la fecundación, llegando incluso a la esterilización masculina o femenina que convierte al varón y a la mujer en un simple objeto, perdida ya su dignidad de persona humana«
¿Con qué derecho este señor viene a decir que una persona que se haya hecho la vasectomía o una ligadura de trompas no tiene dignidad humana? Quizás el padre pedófilo Marcial Maciel, que dejo varios hijos regados, tenía mucha dignidad humana, ya que nunca cortó sus conductos deferentes!
La Unesco quiere «homosexualizar» al mundo
Siguimos con el obispo Demetrio Fernández. En la misma homilia afirmó que la Unesco tiene un plan para homosexualizar el mundo en 20 años.
«El “ministro” de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli, me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual. Para eso, a través de distintos programas, irá implantando la ideología de género, que ya está presente en nuestras escuelas.
Es decir, según la ideología de género, uno no nacería varón o mujer, sino que lo elige según su capricho, y podrá cambiar de sexo cuando quiera según su antojo. He aquí el último “logro” de una cultura que quiere romper totalmente con Dios, con Dios creador, que ha fijado en nuestra naturaleza la distinción del varón y de la mujer.»
Pues vaya que este señor tiene confundidas las cosas. Una cosa es la orientación sexual (heterosexual, homosexual o bisexual) y otra la identidad de género (sentirse hombre o mujer).
Las personas que cambian de sexo, sienten que su mente es del sexo contrario al de su cuerpo. Condición conocida como «disforia de género» y muestra que el cerebro juega el principal papel en la identidad de género y no si tus bolas son ovarios o testículos. Pues bien la neurología ha llegado a lo conclusión que la mejor manera de manejar la disforia de género es hacer un reasiganción de sexo de manera quirúrgica. Cabe decir que nuestro cerebro también coordina nuestra orientación sexual. Algunos genes estarán detras de estras redes neuronales que bien se empiezan a organizar en el desarrollo embrionario. Así pues, las dicusiones que invocan a Adán y Eva, y el «orden natural» estarían mejor en un anaquel dedicado a la Edad Media, junto con la Iglesia Católica.
Extraído de Sin dioses de 22/01/2011.
Artículo original en : http://blog-sin-dioses.blogspot.com/2011/01/obispo-dice-que-si-no-tienes-hijos-no.html
Dios no es inocente
Tras apoyar una polémica campaña en 2008, la frase «probablemente Dios no existe» sirve de base a Joan Carles Marset y Gabriel García Voltà para reivindicar la vigencia del ateísmo
Después de la Segunda Guerra Mundial dio la impresión de que la religión iba a quedar reducida a una reliquia del pasado y a una práctica privada y familiar sin apenas impacto social. Especialmente en Europa parecía que la utopía de la vida plena y feliz podría alcanzarse en este mundo, en Occidente, con el disfrute de la sociedad de consumo, y en Europa oriental, gracias a la edificación del socialismo. La llegada de la crisis económica a mediados de los años setenta puso de manifiesto las contradicciones de ambos modelos y dio alas a los que aún combatían contra una moral laica y un mundo sin Dios. Empezaba una contrarrevolución fundamentalista que iba a inundar buena parte del planeta. Los fundamentalistas de cualquier religión defienden que sus textos sagrados son la expresión literal de una Verdad Absoluta inspirada directamente por Dios y se comprometen en una lucha por conseguir que tanto la vida social como la política respondan a esas verdades inmutables y eternas. Los males sociales tienen como causa el pecado y el alejamiento de Dios -una idea bien medieval-. Las soluciones hay que buscarlas en Dios porque sólo en Él hay respuestas seguras. Es ésta una visión del mundo un poco «colectivista»: no importan ni el origen étnico, ni el familiar, ni el social. Las convicciones religiosas y el modo de vida sirven de argamasa social y diluyen las diferencias. No obstante, pronto se descubre en sus programas una fuerte nostalgia del pasado y lo que podríamos calificar de un «igualitarismo de derechas». En muchos lugares los fundamentalistas están firmemente en contra del aborto y la homosexualidad, exigen el mantenimiento de la familia tradicional y de un sistema educativo que expulse de las aulas el darwinismo y cualquier interpretación del mundo ajena o contraria a los textos sagrados.
¿Por qué se mantienen aún hoy las religiones en la conciencia de los seres humanos cuando parece que son abiertamente contradictorias con todas las certezas del mundo actual? La respuesta es tan compleja como compleja es la realidad social en la que vivimos. En el mundo actual hay más de mil millones de personas en una situación de pobreza desesperante, el analfabetismo sigue siendo una plaga en muchos lugares y en amplias zonas del planeta los gobiernos y las clases dirigentes siguen confiando en la religión como mecanismo de control social, por lo que favorecen y financian su difusión. La familia constituye también un semillero fundamental de nuevos creyentes. Su impacto sobre niños y jóvenes es muy grande, sobre todo si la religión familiar es también la socialmente dominante. Esta doble presión es casi irresistible, una auténtica jaula de hierro de la que es difícil escapar. El mejor ejemplo de lo dicho es el mundo islámico actual, en el que se juntan todos los factores del problema: un escaso impacto del liberalismo político y de la modernización socioeconómica, frecuentes crisis políticas motivadas en parte por un conflicto crónico con Occidente y una religión que impregna desde hace muchos siglos toda la vida social. Es en el mundo islámico -y en Estados Unidos- donde el integrismo ha encontrado más adeptos. El texto coránico está más allá del tiempo, de las especificidades culturales, de los cambios sociales y de los contextos políticos. Su interpretación y su aplicación no pueden ser objeto de ninguna aclimatación ni adaptación. Las disposiciones coránicas son válidas en todo tiempo y en todo lugar, son universales e intemporales. No se puede tener razón contra Dios. Durante siglos el cristianismo europeo bebió de las mismas convicciones y aplicó idénticas fórmulas. La jerarquía católica tampoco defiende en la actualidad ideas muy distintas: las leyes del Estado tienen que ajustarse al orden natural querido por Dios, que prevalece sobre la inconstante y frágil voluntad humana. Es decir, los obispos se reservan la última palabra sobre la legitimidad del ordenamiento jurídico democrático que no puede ir contra Dios, o sea, contra los intereses de la jerarquía católica.
¿Es o ha sido necesaria y útil la religión? También ésta es una pregunta de difícil respuesta. Todos tenemos una opinión personal a esta pregunta y con frecuencia nuestras apreciaciones no son coincidentes. Planea sobre esta cuestión casi siempre la formación intelectual del que opina. Una mente tan lúcida como la de Richard Dawkins da una respuesta claramente biológica y determinista a la cuestión en su libro El espejismo de Dios. Para él, la religión ha sido una gran derrochadora de recursos materiales y humanos a lo largo de la historia. Aparentemente, millones de personas han muerto por su culpa y es difícil justificar el despilfarro que significan las pirámides de Egipto o las catedrales góticas -si Dawkins se plantease también para qué han servido palacios como el de Versalles, quizá se pondría en la pista de la buena respuesta-.
(…) Las religiones han sido -y son- ideologías, es decir, creencias y conceptos que explican el conjunto del mundo a quienes las sustentan. Como ya demostró Marx, las ideologías no son ni inocentes ni neutrales. Las ideologías son frecuentemente mecanismos de dominación de las clases dirigentes. Éstas presentan sus intereses al conjunto de la sociedad como los intereses de todos para reforzar su hegemonía. La ideología ayuda a la clase dominante a verse a sí misma como detentadora del poder y de la riqueza por méritos propios y desarrolla en la conciencia de las clases subalternas la convicción de que viven en un mundo quizá injusto, pero inmutable, en el que es mejor obedecer que resistir. En este sentido, las catedrales y los palacios como Versalles tenían un fuerte valor simbólico, porque expresaban con gran majestad y belleza el poder y la superioridad de la clase dirigente ante las clases dominadas, al mismo tiempo que halagaban la vanidad de las primeras y hacían su vida mucho más confortable. El poder de los símbolos puede ser más efectivo que el de las bayonetas. Ésta ha sido una función clave -aunque desde luego no la única- de la religión en largos periodos de la historia de la humanidad: ser un eficaz instrumento de dominación. Por otro lado, ya sabemos que los muertos atribuidos a la locura religiosa tenían frecuentemente otros asesinos, aunque la religión pudiese servir como coartada ideológica y justificación moral de cualquier atrocidad. Para explicar según qué cosas es más útil la historia que la biología.
¿Y cuál es la utilidad de la religión hoy? En los países económicamente desarrollados y cultos, la física y la biología la han sustituido desde hace tiempo como interpretación del mundo. Las religiones han reconocido su derrota -aunque hay excepciones como Estados Unidos, donde los creacionistas siguen librando una guerra imposible en favor del Génesis- y se han refugiado en su papel de consoladoras del dolor humano y orientadoras morales. En esta última función tienen depositadas sus últimas esperanzas de supervivencia y en este campo siguen considerándose depositarias de una verdad última, intangible, que está por encima de las verdades transitorias, efímeras, ilusorias de la sociedad humana.
Probablemente Dios no existe, de Joan Carles Marset y Gabriel García Voltà. Ediciones Bronce. Fecha de publicación: 24 de noviembre. Precio: 17 euros.
Extraído de El País de 22/11/2009
Artículo original en:
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Dios/inocente/elpepusocdmg/20091122elpdmgrep_10/Tes
Ricky Gervais: Por qué soy ateo
«Es hora de que la Iglesia pida perdón por tantos actos de agravio»
La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica subraya el apremio con el que la Iglesia debería disculparse por su complicidad con la represión franquista.
La campaña para rescatar del olvido y del desconocimiento los más de 5.000 nombres de víctimas de la represión franquista en Galicia seguirá plenamente activa en 2011.
La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica ha avanzado que el escrito dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, invitándole a visitar las fosas gallegas, es una forma de «contestar» las palabras que Benedicto XVI dirigió a los periodistas en el avión papal que le traía de visita a España y en las que comparaba el secularismo actual con el de los años de la II República.
«Si el Papa hizo esas declaraciones en calidad de jefe de Estado, no tiene porqué injerir en asuntos de otros Gobierno, y si las hizo como opinión de autoridad moral, que las haga en privado». Rubén Afonso, miembro de la Comisión, ha explicado a Público.es que en la respuesta a las palabras del pontífice han querido dejar claro que están a favor de un «pacto por la laicidad» y en contra de la presión de la jerarquía católica para «imponer» su moral.
«Creemos que ya es hora que, en 2011, la Iglesia pida perdón públicamente por su apoyo a tantos actos de agravio». Afonso lamenta el papel de la institución que bautizó como ‘Santa Cruzada’ los actos de represión, «fueron cómplices del golpe militar de 1936, en el que desempeñaron una importancia vital».
A través de la misiva, el colectivo pretende que la institución católica participe en los homenajes a los «asesinados por defender la democracia» y, de este modo, se logre la «reconciliación» y un «cambio de rumbo» en la actitud de la Iglesia. «Hemos invitado a Rouco de buena fe porque su participación sería un acto de dignidad», ha señalado Afonso.
Bajo palio
En la carta dirigida a Rouco, en la que la Comisión solicita dar traslado de sus peticiones a Benedicto XVI, recuerdan que Franco entraba «bajo palio» en las iglesias acompañado de la jerarquía eclesiástica, la misma que hacía «el saludo fascista» al paso del dictador. La proximidad con los dirigentes del régimen la evidencian evocando las palabras del arzobispo de Toledo en el funeral de Franco, en las que mencionó a la «civilización cristiana a la que quiso servir». Asimismo le explican a Rouco que está documentado el «robo de miles niños y niñas» con la connivencia de las autoridades del franquismo.
Extraído de Público de 07/01/2011.
Noticia original en: http://www.publico.es/especiales/memoriapublica/355125/es-hora-de-que-la-iglesia-pida-perdon-por-tantos-actos-de-agravio
La fe se cuela en el templo de la ciencia
La universidad pública ofrece servicios religiosos católicos
Confesiones en varios idiomas, misas a diario, celebración de bautizos, bodas y funerales. Estos son algunos de los servicios que se ofrecen… en la Universidad de Sevilla. Lo hace mediante el Servicio de Asistencia Religiosa (Sarus), cuyo director es el capellán universitario. Como en la Hispalense, y según ha podido constatar Público, al menos 21 universidades públicas ofrecen, de manera permanente o puntual, servicios religiosos. Pero sólo católicos. 26 univesidades, algo más de la mitad de las consultadas por este diario, mantienen la estricta separación entre fe y conocimiento.
¿Y a qué se dedica un cura, propagador de un mensaje de fe, en la universidad, espacio de difusión de conocimiento científico? Según el capellán de la de Sevilla, Álvaro Pereira, el servicio de asistencia religiosa tiene como misión «colaborar en la formación integral de los miembros de la comunidad universitaria», ofreciendo, entre otros servicios, «asistencia espiritual».
Once universidades ofrecen un servicio permanente de asistencia religiosa, frente a diez que lo hacen esporádicamente. Con una misa a principios de curso, por ejemplo.
«Es una cuestión que entra dentro de la autonomía universitaria», aseguran desde el Ministerio de Educación, en el que desconocen el número de universidades que tienen acuerdos formales de colaboración con los obispados o cuántas ofrecen servicios religiosos. Tampoco la Conferencia Episcopal da una cifra. «Eso depende de cada obispado», explica un portavoz, que también afirma, antes de colgar el teléfono, que «la laicidad está pasada de moda».
Campus como el de la Complutense de Madrid, Illes Balears o Huelva tienen firmados convenios con sus respectivos obispados. La Universidad de Valladolid lo rubricó en 1988 con el obispo de Osma-Soria. En él se recoge que el director del Aula de Teología «será nombrado por el rector, a propuesta del obispado». Este, a su vez, realizará las labores de capellán universitario. Entre sus tareas se encuentran las «celebraciones litúrgicas». Eso sí, en el apartado de «economía» se deja bien claro que los gastos «corren a cargo de la universidad», que además facilita una «sede-aula». Es decir, dinero público para atender demandas religiosas privadas.
Cárceles y hospitales
Centros penitenciarios y hospitales también ofrecen este servicio, amparados por la Ley de Libertad Religiosa. Pero para José María Contreras, profesor de Derecho Eclesiástico y subdirector para la relación con las confesiones del Ministerio de Justicia, hay una diferencia clave entre ambos: en estos últimos, los usuarios «tienen una dependencia o sujeción» a los centros en los que permanecen internados, algo que no ocurre en la universidad. «Un alumno puede asistir a oficios religiosos en cualquier templo de su confesión», aclara Contreras, que en 1997 elaboró un informe para la Universidad Carlos III de Madrid en el que concluía que la asistencia religiosa en la universidad «es algo optativo, nunca puede ser obligatorio». Así lo estableció también en una sentencia el Tribunal Superior de Madrid ante la demanda de un grupo de estudiantes católicos de esta universidad que exigieron tener una capilla para el culto.
«Lo curioso es que justo detrás de la universidad había una iglesia», explica Contreras. En hospitales y cárceles, en cambio, sí es obligatorio prestar este servicio si un usuario lo solicita.
Presupuestos opacos
La Universidad de Sevilla ofrece al Sarus un despacho propio en su edificio principal del Rectorado. La financiación se realiza a través de los presupuestos de Extensión Universitaria. Sobre cuál es la cantidad de dinero que percibe el servicio, no hay respuesta ni por parte del gabinete de comunicación ni del propio capellán, encargado de gestionar las tres capillas repartidas en la diferentes facultades sevillanas.
El capellán Álvaro Pereira también es el responsable de atender a las personas de otras religiones que busquen este servicio. «Tengo buena relación con quienes acuden desde otras creencias», asegura. Sobre si estos están en desventaja respecto a los católicos, el capellán afirma que «el Sarus da la posibilidad a grupos minoritarios, que en sí mismos no tendrían significación en la universidad, de llevar a cabo con normalidad sus actividades, siempre que respeten los valores democráticos y el ideario propio de la universidad».
El profesor Contreras precisa: «Si no ofrecen este servicio no pasa nada, pero si lo hacen tienen que prestarlo en igualdad de condiciones con el resto de confesiones y convicciones. De lo contrario, pueden surgir problemas».
Disturbios
A veces, en efecto, hay problemas. En la única universidad de Catalunya que dispone de capillas católicas, la de Barcelona (UB), se viene produciendo semanalmente un sonado encontronazo entre alumnos que asisten a la misa de cada miércoles en la Facultad de Economía y otros que exigían laicidad.
Este último grupo denunció que, tras la fusión de las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, la capilla se instaló en lo que era una sala de estudio, quitando así espacio a los estudiantes. Pero desde el decanato aseguran que se abrirán, antes de Navidad, nuevas salas. Más que el espacio físico, es el debate sobre la laicidad en la universidad pública lo que enfrenta a ambos sectores. La UB mantiene desde 1998 un acuerdo con el arzobispado de la ciudad condal que la obliga a reservar un espacio de culto católico en sus instalaciones. Tras los enfrentamientos de principios de mes, la vicerrectora de Estudiantes, Gemma Fonrodona, se ha comprometido con la Asociación de Estudiantes Progresistas a debatir a fondo la cuestión.
En otro campus catalán, el de la Autónoma de Barcelona (UAB), el Servicio de Asistencia y Formación Religiosa (Safor) lleva 20 años prestándose. «Aquí somos muy respetados y no tenemos problemas», asegura Jordi Olivé, estudiante de Derecho de 23 años y coordinador del Safor.
Él defiende este servicio dentro de la universidad: «Igual que existen los servicios deportivos, debe existir este», opina Olivé, que asegura que hay días que pasa «más de 12 horas» en la universidad.
Los miércoles asiste a misa en la sala multifuncional, que los viernes es utilizada por musulmanes que desean realizar sus oraciones. También lo hacen de otras confesiones.
Extraído de Público de 05/01/2011
Noticia original en http://www.publico.es/espana/354695/la-fe-se-cuela-en-el-templo-de-la-ciencia
Cada vez me río menos con los obispos
«La Unesco tiene programado para los próximos veinte años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual.” -Demetrio Fernández, obispo de Córdoba-
Como le pasa a tantos anticlericales, mi primer impulso al oír un disparate en boca de un obispo es reírme, tomármelo a coña. Leo el discurso apocalíptico de Rouco del pasado domingo y me parto de risa. Luego leo al obispo de Córdoba hablando de una conspiración mundial para que nos hagamos homosexuales y criticando “la mentalidad anticonceptiva de nuestra época”, y me tiro por el suelo.
Y si quiero echarme unas carcajadas con amigos, les invito a casa y paso en pantalla gigante las ruedas de prensa del portavoz episcopal, que las tengo todas grabadas para cuando tengo el día tonto y no me llega con Aterriza como puedas.
Sin embargo desde hace algún tiempo cada vez que me río con un desbarre clerical tengo una visión: tras las lágrimas me parece ver, como una aparición fantasmal, a Rouco sonriendo mientras repite “Eso, tú ríete, tú ríete”, hasta que la risa se me congela y se vuelve sardónica. Y se me enciende la bombilla: ¿hago bien tomándome a chufa a los obispos, o debería empezar a tomármelos en serio?
Es verdad que la anacrónica jerarquía católica no necesita esforzarse mucho para resultarnos esperpéntica a los no creyentes y a no pocos de sus fieles: la estética rancia, la retórica sermoneadora y tremendista, lo retrógrado de sus opiniones, todo invita a la caricatura, y les sale solo, es su naturaleza. Pero tampoco me extrañaría que Wikileaks filtrase un documento interno de los obispos con instrucciones para exagerar todo eso que muchos convertimos en chiste.
Algo como: “Consigamos que los laicos no nos tomen en serio, que se distraigan haciendo gracietas, y nosotros mientras a lo nuestro, a consolidar el poder que ya tenemos y a ganar nuevas parcelas”. Sí, suena conspiranoide, pero el resultado al final es ése: nos reímos, caricaturizamos sus palabras, y lo convertimos en un asunto humorístico más que un problema político.
Y si uno se para a pensar el poder, privilegios e influencia que la jerarquía católica tiene aún a estas alturas, y la manera en que operan como lobby, integrando a grupos ultras muy bien organizados y muy activos, ya no da tanta risa.
Extraído de Trabajar cansa de 04/01/2011.
Artículo original en: http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/01/04/cada-vez-me-rio-menos-con-los-obispos/
Lo que le preocupa a la Iglesia
Extraído de Territorio Vergara de 03/01/2011
Viñeta original en: http://blogs.publico.es/vergara/2872/lo-que-le-preocupa-a-la-iglesia/